jueves, 17 de septiembre de 2009

en algun paìs vacio

Diana no està contenta.

Eso no significa que este triste, ni siquiera que estè enfadada. De hecho la falta de contentamiento la excita, la pone creativa y alerta.

Puede pasar meses en una pasividad comoda, siendo feliz con pequeñaz cosas, durmiendo hasta tarde y comiendo lo que le plazca. En esos meses engorda demasiado aunque haga el amor a diario. No crea, no desea, no pelea. simplemente es.

Pero de repente algùn resorte se estira, algo la incomoda, la tensa. Empieza a ejercitarse disciplanda pero sobre todo obsesivamente, el apetito se repliega para dar lugar al cafè y al cigarro. Camina màs a prisa, se desvela màs, lee avidamente, se aburre pronto, crea bocetos, los destruye, los reinicia, no puede parar el ciclo.

Nada le gusta demasiado, termina cansada los dìas de tanto pelear, con ella, con su cuerpo, con su mente, con sus ideas, con los lapices, con las pesas y el agua.

Duerme poco pero profundo, y en los sueños los pensamientos la llevan a brazos extraños, màs largos, màs morenos, màs fuertes que los que la abrazan en su cama.

Al amanecer abre rapidamente los ojos, se percata que es su pareja de siempre la que duerme a su lado y le apreta el culo contra su cuerpo, sonriè. Es bueno ser infiel en sueños, es agradable despertar con èl.

1 comentario:

  1. Pues que se estiren más seguido los nervios, los resortes de la creatividad que incomodan y no dejan descansar hasta la catarsis.

    Me gusta Diana,

    Un abrazo

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